a veces la humanidad se le impone al objeto por las circunstancias y parece perderse en ellas. el objeto tiene que afrontar tantas cosas en el trabajo que le cuesta mantenerse ajeno a las preocupaciones humanas. sin embargo hoy fue diferente, distinto. la razón fue que el Dueño ha dejado claro que el objeto no tiene ya pensamiento autónomo, independiente. todo lo que ocurre depende del Dueño. Él toma las decisiones, decide, siente, piensa... y lo que le pasa al objeto no es más que un reflejo de lo que le ocurre al Dueño. esto ya no sería más que una prolongación del Dueño, de su mente y de su espíritu. el interior del objeto como ente autonómo ha desaparecido. ya es completamente propiedad del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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