hay una serie de derechos básicos, al menos para los humanos: de opinión, de expresión, de movimiento, de pensamiento. se consideran y se les llama derechos humanos porque son potestativos de los hombres. sin embargo en el bdsm hay situaciones donde esos derechos quedan en entredicho, en suspenso, en pausa: cuando te amordazan, cuando practicas bondage o te encierran en una jaula. en esos momentos el inferior acepta dejar de ser humano, al menos momentáneamente y de forma voluntaria. un inferior, cuando se arrodilla ante un Amo suplicando que lo domine, renuncia a sus derechos, al menos mientras está siendo dominado. cuando este estado deja de ser una cuestión de sesiones y se convierte en algo más estable, podemos estar hablando de un esclavo, si aún se profundiza más y se hace más duradero es cuando aparece el objeto. un objeto es un inferior que ha renunciado completamente, de forma voluntaria, a sus derechos. no espera ser tratado más como un humano, sino como un objeto que ya no podrá ir donde quiera, hablar lo que quiera, o incluso pensar lo que quiera. está sujeto por el compromiso de obediencia a su Amo y, por tanto, depende de Él para todo.
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