en el bdsm existen ciertos elementos que permanecen constantes, que se van sucediendo, repitiendo y que a lo sumo se modifican. uno de ellos es la indefensión, que está en la base de la práctica del bondage. lo excitante para un inferior que se somete a esto es que queda así, indefenso, sin posibilidad de respuesta ninguna. queda a merced de la persona que hizo los nudos o que tiene la llave de los candados. esta sensación de indefensión puede aumentarse o disminuirse, multiplicarse incluso dependiendo del escenario que se plantee. no es lo mismo hacerlo en tu casa, que en casa del Amo, en un sótano, al aire libre en un jardín trasero o en un bosque. cada uno vive esto a su manera, de su forma. para el objeto una de las cosas que aumentan sobremanera la sensación de indefensión es hacerlo públicamente, en un lugar donde otros puedan verlo y contemplar esa dependencia. sabe que es fruto de su historia pasada pero todos somos hijos de esa historia.
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