domingo, 31 de mayo de 2020

día 3790 de esclavitud, castrado permanentemente

ayer el objeto consiguió limpiarse el apéndice pero no se lo dijo al Dueño hasta hoy. Él le había dicho que no iba a consentir que se quedara sin jaula así que tenía que buscar la forma de afeitarse y lavarse sin quitarse la anilla a riesgo de no poder volver a ponérsela. esa es la razón de que también haya cambiado y ahora ponga "castrado permanentemente" en el título de cada entrada diaria. el objeto le comentó al Dueño que se lavó quitándose el tubo y sacando el apéndice. así puedo limpiárselo manteniendo la anilla en su sitio. era doloroso porque los bordes donde se engancha el tubo son afiliados y se clavan en la piel pero es posible hacerlo.
otra cosa distinta es afeitarse los genitales. el riesgo es que al crecer el pelo es posible engancharse con ellos y se vuelva extremadamente incómodo y doloroso.
lo que más agradó al Dueño fue cuando el objeto le dijo que era doloroso. también le agradó que, con este sistema, la anilla no se quitará nunca, con lo cual permanecerá ahí hasta que se rompa o haya una emergencia. es casi como si lo hubiera sellado, porque estando ahí, así, es imposible correrse. todo va tan rápido. las cosas se suceden sin controlarlas. pero eso es lo fundamental de un objeto, no controlar las cosas que le pasan. todo depende del Dueño. en menos de un mes ha pasado de usar una jaula a estar castrado porque, aunque se ha sacado la leche por orden del Dueño, no ha cambiado nada, al contrario, está más controlado y sometido.
el Dueño dijo al final de la conversación: "Esto ya es definitivo y no es negociable. La jaula estará ahí siempre", eso significa que el objeto sólo podrá quitarse el tubo momentáneamente para limpiarse.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega

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