ha sido un día marcado por un contratiempo familiar que ha impedido que el objeto tuviera una sesión de aislamiento. el Dueño quería que el objeto estuviera encadenado y con la capucha puesta cuatro horas seguidas, de cinco a nueve. es mucho tiempo y todo un reto para el objeto, pero ha tenido que esperar por una situación inesperada que el Dueño ha comprendido perfectamente.
la perspectiva de estar cuatro horas encapuchado, aislado del mundo, sin ver, encadenado, resulta a la vez excitante y amenazante. los objetos también sentimos miedo de vez en cuando, temor a no estar a la altura principalmente, a no poder responder, obedecer lo que dicen nuestros Amos. por eso es tan importante poder aprovechar determinados estados psicológicos, momentos puntuales donde se puede acelerar el proceso de sumisión, el entrenamiento. hoy tal vez no fuera uno de esos momentos, pero llegará, esto sabe que llegará. y el Dueño conseguirá lo que desea. siempre lo ha hecho y siempre lo hará.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
la perspectiva de estar cuatro horas encapuchado, aislado del mundo, sin ver, encadenado, resulta a la vez excitante y amenazante. los objetos también sentimos miedo de vez en cuando, temor a no estar a la altura principalmente, a no poder responder, obedecer lo que dicen nuestros Amos. por eso es tan importante poder aprovechar determinados estados psicológicos, momentos puntuales donde se puede acelerar el proceso de sumisión, el entrenamiento. hoy tal vez no fuera uno de esos momentos, pero llegará, esto sabe que llegará. y el Dueño conseguirá lo que desea. siempre lo ha hecho y siempre lo hará.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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