el objeto ha vuelto al trabajo, al lugar de trabajo, sólo el objeto y algunos compañeros más. después de la cuarentena hay que empezar a poner cosas en marcha y el objeto es la avanzadilla. no fue desagradable como pensaba porque estuvo solo, o casi solo y pudo trabajar en silencio. son las relaciones con los humanos y sus egos lo que lleva peor. lo ha comprobado en esta cuarentena y el Dueño lo ha dicho, el objeto ya está preparado física y psicológicamente para el aislamiento que el Dueño desea.
además también ha comprobado que puede estar más tiempo del que pensaba encapuchado. por ahora lo máximo fueron tres horas y media pero podría haber estado mucho más.
los momentos más felices de este tiempo han sido cuando ha estado trabajando en silencio, encadenado y amordazado. esa fue la promesa que el Dueño le hico hace diez años y la está cumpliendo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario