ha sido un día muy intenso en relación al trabajo. trabajar desde casa no es trabajar menos, a veces es al contrario. hoy ha sido uno de esos días: cuatro horas de videoconferencia, llamadas varias, encargos, mensajes, etc. por la tarde el objeto tenía dolor de cabeza y estaba cansado de simular ser humano. el Dueño estuvo presente todo el día y le preguntó al objeto si seguía tras los barrotes. el objeto no pudo sino decir que si. parece que esto ya es definitivo, como tantas otras cosas con el Dueño. esto no sabe cómo ni por qué ocurre, sólo sabe que cuando se relaja un poco y se olvida de lo que le rodea, aparecen esos barrotes como si estuvieran alrededor de su cerebro. a menudo las palabras son insuficientes para expresar ciertas experiencias.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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