sábado, 29 de febrero de 2020

día 3698 de esclavitud, 1670 de castidad

el Dueño despertó al objeto que durmió profunda y tranquilamente. lo llevó a la ducha y, como ayer, observó como se duchaba. a continuación lo llegó al otro baño y allí le ordenó ponerse las botas altas de goma negras. una vez puestas el Dueño le puso los grilletes que consiguió ayer y los unió con un eslabón de cadena de los que se abre, haciendo lo mismo con las muñequeras. el objeto estaba realmente encadenado y así estuvo toda la mañana. 
después de meterlo en su celda y traer el desayuno, el objeto desayunó y luego el Dueño lo amordazó y así estuvo el resto de la mañana, en la cual el objeto se dedicó a leer y a escribir sin pensar prácticamente en nada ni en nadie. la escritura era bastante complicada porque la distancia entre los grilletes era menor que la que hay en unas esposas normales de la policía.
otra cosa que resultó más complicada de lo esperado fue ir al baño porque el objeto andaba a pequeños pasos lo cual era solo cuestión de acostumbrarse, pero a la hora de limpiarse estando esposado de esa forma era otra cosa. al final el objeto lo resolvió haciéndolo por delante. vivir encadenado tiene sus inconvenientes  a la hora de moverse. hay que aprender a hacerlo de nuevo, como si tuvieras un cuerpo nuevo.
el hecho es que el objeto tomó conciencia de que hoy era la primera mañana que se dedicaba exclusivamente a eso, a leer y a escribir, desde la última vez que estuvo en presencia del Dueño.
de vez en cuando el Dueño entraba en la celda para comprobar que el objeto estaba bien o tal vez era para excitarse viendo a su propiedad encadenada y amordazada.
especialmente complicado fue a la hora de comer porque, encadenado, apenas podría el objeto partir el pollo con cuchillo y tenedor. al final lo consiguió no sin mucho trabajo y esfuerzo.
al terminar de comer el Dueño sacó al objeto de su celda y lo tumbó a su lado para descansar. el Dueño llevaba las botas altas y por propia experiencia eso no presagiaba precisamente tranquilidad.
y efectivamente así fue. a los pocos segundos de estar tumbados el Dueño trajo hacia sí las manos aún encadenadas del objeto para que le acariciara, lo cual le llevó a ponerlas pronto en su polla y de allí a todo el cuerpo. el Dueño bajó la cabeza del objeto hasta la entrepierna para comérsela, algo complicado con las manos y los pies encadenados como estaban.
entonces todo se descontroló un poco en el sentido de que el deseo tomó las riendas. el Dueño no paraba de torturar al objeto con frases que hacían que la jaula estuviera a punto de estallar  se masturbaba mientras el objeto intentaba no tocársela pero casi no podía. a todo esto el objeto sin hablar y no ya porque no tuviera mordaza que le había quitado el Dueño para comer sino porque es incapaz de hablar en presencia del Dueño.
en un momento dado el Dueño le quitó los grilletes del tobillo al objeto y lo puso en su propia bota diciendo "Imagina que estuvieras permanentemente atado y conectado a la bota de tu Dueño de forma que no pudieras sino seguirlo y siempre unido a Él". fue la idea definitiva que cegó al objeto y le hizo perderse, pero casi literalmente no tenía conciencia de sí, sólo era algo que obedecía las órdenes de aquel Ser Superior que estaba allí.
intentó decirle al Dueño que le quitara los grilletes de las manos y se los uniera por detrás para no tener que tocarse la jaula pero fue incapaz de decir nada mientras el Dueño lo "destrozaba" por dentro: "Eres mí. Tengo derecho a castrarte y a violarte metiendo todo lo que quiera por tus agujeros. Tengo derecho a prestarte para que te usen porque eres mio. Tengo derecho a mantenerte encadenado de pies y manos el resto de tu vida". y a todo esto el objeto no podía decir sino que si. 
entonces el Dueño le dijo "Quiero que te saques la leche". y así fue. fue doloroso, asqueroso, repulsivo y repugnante, pero el objeto obedeció.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.  

No hay comentarios: