el Dueño dijo al objeto ayer, y lo recalcó esta mañana, que este viaje es un viaje de curación, de sanación. el objeto no ha sido consciente de lo mal que lo ha pasado desde las navidades hasta hoy que por fin ha sido cuidado por el Dueño.
después de una semana de estar respirando polvo en la calima, el Dueño quería que el objeto respirara aire "puro" y "limpio". es una ironía que el aire de madrid se considere puro y limpio pero comparado con el de la semana pasada en canarias, lo es. hace frío en madrid y eso limpia los pulmones del objeto.
el Dueño despertó a su objeto y lo llevó a la ducha, vigilando mientras esto se aseaba, sin quitarse la cadena, los grilletes de las muñecas o la jaula. luego le dio dinero con una orden: "Quiero que te lo gastes en tí, en lo que te apetezca". aquello no era habitual. no que el Dueño se preocupara por el objeto, eso lo hace las 24 horas del día, sino que explícitamente le diga que se de algún capricho y se gaste cosas en él mismo.
el objeto salió con las botas nuevas, qe ya llevó ayer en el viaje, la cadena alrededor del cuello y los grilletes y las muñequeras. efectivamente hacía frío y el objeto respiró profundamente llenándose los pulmones.
lentamente porque era temprano el objeto fue caminando hasta chueca y se sentó a desayunar en mystic, como es tradición. allí el objeto se quitó la chaqueta y todos pudieron ver sus grilletes. intentó ser discreto pero los camareros se dieron cuenta seguro. ¿y? penó el objeto. es lo que es, y si no les gusta pues no puede hacer nada.
allí estuvo el objeto un buen rato escribiendo en el cuaderno. desayunó, se relajó y estuvo viendo a la gente pasar por los ventanales. pro primera vez en dos meses se relajó de verdad. por eso dice el objeto que estos viajes son terapeúticos.
cuando ya había pasado un buen rato el objeto fue a su siguiente parada, berkana. allí la dependienta que es la dueña, también lo reconoció de otras ocasiones. el obetjo no se quitó la chaqueta así que sus grilletes no se vieron pero si la cadena y el candado al cuello. en berkana compró unos cuantos libros.
al salir fue paseando a fnac, en callao. de nuevo disfrutó del aire frío y del silencio de no hablar con nadie a pesar de estar en el centro del bullicio de la ciudad. cada paso qeu daba debía informar al Dueño para que lo tuviera controlado.
en fnac estuvo poco tiempo, el justo para comprar el cuadernillo que el Dueño siempre regala al objeto. al salir el Dueño venía de camino y nos encontramos en la salida del metro. fuimos a tomar algo a un bar que hay por allí. el objeto no había cruzado ni una sola palabra con el Dueño, todo lo había escrito con un cuaderno que el Dueño y el objeto llevan. el objeto no tiene derecho a hablar ni a opinar, sólo a obedecer.
contrariamente a lo que pudiera parecer es una forma de comunicación válida para los dos. el Dueño habla y el objeto escribe.
el Dueño vio los libros que el objeto había comprado y volvió a decir que su mayor preocupación como Dueño es el bienestar de su objeto y que últimamente había estado preocupado por el objeto: la calima, el stress, etc. aquello emocionó profundamente al objeto escapándose incluso alguna lágrima. no es común que alguien se preocupe tanto por el objeto, de hecho es una novedad y un aprendizaje para el objeto.
cuando terminamos el café el Dueño le dijo al objeto que fuera a la tienda fetiche, mientras Él iba a buscar discos de vinilo, su gran pasión y que le informara cuando terminase. y allí fue el objeto.
en la tienda no estaba el dueño que es con quien suele tratar el objeto, sino con una chica que fue extremadamente amable. le comenté que había mandado un email solicitando información sobre unos grilletes para pies pero que pudiera llevar por encima de las botas. me llevó a donde estaban los grilletes y los de tobillo eran ridículamente minúsculos.
ya estábamos hablando de encargarlos cuando el objeto los vio "¿y esos?". "Son collares", dijo ella. "muy pequeños, o tal vez sirvan", pensó el objeto. y le cuenta a la chica que tal vez podrían probar. efectivamente primero probamos unos collares anchos como el que tiene el objeto. ella misma se los probó al objeto en las botas. primero descartó los que tenían cierre magnético y se centró en los de llave alen.
el primero quedaba muy justo y el segundo muy grande y rozaba demasiado. entonces a ella se le ocurrió probar los collares redondos. a esto le pareció bien porque además, al tener los bordes redondeados no dañarían las botas. y aquí que tenía dos del tamaño justo. cada uno tenía una argolla donde unir una cadena..
"Te pruebo las dos para que te los veas", dijo ella. mientras los abría el objeto le echo otro vistazo a la tienda: capuchas, material de bondage, ropa de latex, cuero, de verdad que es un sitio recomendable.
cuando le puso las dos argollas en la sbotas y las cerró eran del tamaño justo. el objeto se puso los pantalones por encima y los cubría porque no llevaba de esos pantalones tan ajustados "¿por qué no?", pensó.
la chica se había ido al mostrador y el objeto dice "me los llevo puestos" y la chica se sonríe y dice "Además el ruidillo que hace es gracioso", porque la anilla, al chocar con el grillete tintineaba. el ruido era como llevar espuelas.
luego el objeto le preguntó por las capuchas. había una ciega, solo con los orificios para respirar y se la probó. era de polipiel pero también era muy barata, otra característica de la tienda, la relación calidad-precio es buenísima. al final que también se la llevó, aunque no puesta como lso grilletes.
terminando de pagar la chica dijo que ella se había comprado unos grilletes y luego habían llegado otros y le dio rabia, etc. fue una forma de decir que también estaba en el bdsm pero cuando le pregunté una cadena para los grilletes, me enseñó una muy endeble y le dije que no quería nada estético sino útil para usar.
y así salió el objeto de la tienda, con unos grilletes en la sbotas, tintineando muy ligeramente pero sobre todo sintiendo el peso sobre las botas.
fue a buscar al Dueño que estaba mirando discos en el corte inglés. cuando me vio no dijo nada, pero en cuanto el objeto se levantó la pata del pantalón y lo vio. puso esa cara tan suya de sorpresa y de excitación a la vez.
-Imaginaba que solo ibas a encargarlas- dijo.- Uff como me has puesto. Parecen un simple adorno de las botas, como si fueran unas espuelas.
y así fuimos a otro bar a tomar un refresco. el objeto llevaba la jaula, la cadena con el candado al cuello y grilletes en muñecas y tobillos.
-Fíjate-dijo el Dueño- estás encadenado en público. ni en tus más remotas fantasías imaginarías haber estado así.
el objeto no pudo sino asentir porque nunca imaginó verse en este estado. era algo excitante pero a la vez tranquilo porque era la misma sensación que ha tenido el objeto otras veces, la de haber llegado a casa, de estar donde debía estar, donde debió estar siempre.
de allí fuimos al vips de gran vía a comer. allí sí se quitó la chaqueta el objeto y los grilletes fueron visibles para todos. además antes de entrar el Dueño sacó el candado del objeto por fuera del cuello de la camisa, por lo que también era visible para cualquiera.
no cree el objeto que todos supieran el significado de aquello pero no había duda para cualquiera que conociera el simbolismo. pues así comimos y seguimos usando el cuaderno por lo que el objeto no habló en toda la comida. y tampoco miraba directamente al Dueño. se sentía incapaz de hacerlo.
el algunos momentos el objeto se colocaba los grilletes en las muñecas no porque le molestaran o apretaran sino porque sentía su peso y las consecuencias de llevarlos. desde que los consiguió siempre los ha llevado en madrid y supone que con los de los tobillos pasará lo mismo a partir de ahora.
cuando terminamos de comer el Dueño decidió volver a casa en metro. el objeto seguía en silencio. en el metro pasó algo divertido. el objeto se sujetó a una barra y cuando el tren hizo un movimiento raro el Dueño se agarró de la cadena que el objeto llevaba al cuello.
nada más llegar a casa el Dueño ordenó al objeto que se desnudara quedándose exclusivamente con los calzoncillos y las botas. los grilletes seguían en muñecas y tobillos pero no los unió. ordenó al objeto que se tumbara en la cama y durmiera una siesta.
el despertar fue abrupto e inesperado. el Dueño agarró la cabeza del objeto y la puso en su entrepierna metiendo su polla en la boca del objeto que no pudo sino comenzar a comérsela. de ahí pasó a los huevos y al culo, dando placer al Dueño.
entonces el Dueño, que antes de despertar al objeto se había puesto las botas altas, lo sacó de la cama y lo llevó al baño. allí lo sentó en una silla de espalda alta y puso sus manos por detrás, atando los grilletes con cuerdas y a la misma silla. a continuación hizo lo mismo con los grilleres de los tobillos uniendo cada bota con una de las patas de la silla, dejando la jaula al descubierto. el Dueño la sacó de los calzoncillos mostrando el apéndice del objeto intentando liberarse de su prisión.
lo siguiente fue el collar ancho con cuatro anillas que cerró al cuello del objeto que no sólo se sentía indefenso sino en subspace, a la vez que excitadísimo.
lo siguiente fue un cordón que el Dueño ató varias veces alrededor de los genitales del objeto, por fuera del anillode la jaula. en cuanto tiró para apretarlo el dolor fue intenso, muy intenso. el Dueño cogió el cordón que sobraba y lo pasó por una de las anillas del collar, apretando de forma que si el objeto levantaba la cabeza, la presión sobre sus genitales, y el consiguiente dolor, aumentarían.
y el objeto dice aumentaría porque ya era una constante y hacía grandes esfuerzos por no llorar ni gritar. casi leyendo su mente el DUeño apareció con la mordaza de bola roja que metió en la boca del objeto y apretó detrás sin que pudiera el objeto hacer nada para evitarlo.
entonces el Dueño comenzó a torturarlo psicológicmanete: "No eres nada", "Me perteneces", "No tienes derecho a nada y a cada palabra el dolor aumentaba porque aumentaba la presión sobre la jaula. en varias ocasiones levantó la cabeza del objeto, aumentando la presión y el dolor. era una tortura, muy placentera pero tortura al fin y al cabo.
lo siguiente fue poner cinta americana negra alrededor de toda la cabeza del objeto aumentando la mordaza. el Dueño volvió a torturar al objeto. físicamente puso su bota sobre la jaula y presionó haciendo el dolor más intenso aún mientras torturaba psicológicamente diciendo "Esto no debería estar aquí, debería quitártelo, extirparlo, arrancártelo porque no tienes derecho al sexo". esto lo decía mientras apretaba y apretaba y el objeto hacía la cabeza hacia atrás.
entonces entre el cúmulo de sensaciones, el objeto sintió algo más. el apéndice enjaulado palpitaba tanto que el objeto pensó que ayacularía. si hubiera tenido un dildo metido por el ano, sin duda hubiera ocurrido, lo que creó mucha confusión en el objeto. nunca el dolor le había excitado tanto.
no conforme con eso el Dueño trajo un trozo de tela y lo puso sobre la cinta americana que estaba sobre la mordaza de bola. "Ahora puedes gritar y llorar todo lo que quieras", dijo mientras la apretaba. inmediatamente besó al objeto. tan cerca y tan lejos. esto no sabe si fue una muestra de cariño o una tortura más, una forma de constatar la impotencia e identificación del objeto.
el mensaje estaba claro, el Dueño quería que el objeto sufriera y le ofreciera su dolor, que sufriera por Él y el objeto lo hizo. empezó a levantar la cabeza y a hacerla hacia atrás todo lo que pudo, aumentando la presión en sus genitales. el Dueño se dio cuenta y se quedó quieto mirando fijamente al objeto, a su obra. tardó unos pocos segundos en correrse. volivó a ser un orgasmo largo y profundo.
acto seguido desató al objeto pero lo dejó amorazado otra hora más, hasta que la bola pareció que iba a romper la mandíbula del objeto. entonces el Dueño se la quitó.
el objeto pasó el resto de lo poco que quedaba de tarde en la celda, donde leyó y esperó la hora de acostarse.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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