después de un día muy movido en el trabajo el objeto se fue al aeropuerto. el viaje comenzó relativamente mal porque el taxista quería llevarlo por el camino más largo y luego casi choca con otro coche en un stop. a pesar de eso llegó al aeropuerto y fue a pasar el control. para hacerlo tuvo que quitarse las botas nuevas. pasó el control sin problemas y el viaje en avión fue más corto de lo esperado, dos horas y diez.
como en otras ocasiones el objeto fue en metro hasta alonso martínez. en uno de los trayectos entre en el metro un tío joven: pantalones vaqueros oscuros, jersey de cuello y una chaqueta de un brillante y duro cuero negro. era una mezcla entre de motero y de vestir, pero lo que captó la atención del objeto fue su actitud. nada más entrar tomó posesión del vagón como si fuera suyo el vagón y todo lo que contenía. su presencia llenó el lugar al instante. fue algo impresionante.
el objeto siguió su viaje hasta alonso martínez donde cenó un poco en el burguer que está allí. luego se encaminó hacia la casa del Dueño . en génova se encontró con otro tío completamente vestido de cuero: pantalones y chaqueta. el objeto no pudo evitar volver la cabeza. ya era de noche y hacía frío, algo que el objeto agradeció enormemente porque venía de una semana de calima.
el objeto llegó a casa del Dueño que lo recibió en el portal. nada más verlo el Dueño se refirió al exceso de peso que tenía el objeto. en las últimas semanas esto ha cogido un poco de peso.
el Dueño lo recibió con sus botas repujadas azules, las mismas que llevaba hace diez años cuando objeto y Dueño se vieron por primera vez. nada más entrar en casa el Dueño ordena al objeto que vaya al baño y se desnude salvo las botas y los calzoncillos. en el ascensor ya le había puesto el collar cerrando el candado. la cadena seguirá en el cuello del objeto hasta que vuelva al aeropuerto para marcharse.
cuando el Dueño abrió la puerta del baño sólo llevaba las botas altas, nada más. el Dueño está impresionante con ella. no necesita nada más, y el objeto se siente tan indefenso solo con la cadena, la jaula y las botas.
las botas que llevaba el objeto son las nuevas que no había estrenado aún. en el último viaje el Dueño ordenó al objeto que se comprara unas botas como las que siempre lleva cuando lo despide en el aeropuerto: son lisas en el empeine y muy repujadas en la caña. el objeto obedeció y las botas llegaron pero el objeto no las pudo estrenar hasta ayer. la idea es que sean las botas que el objeto lleve en las celebraciones y ocasiones especiales, "las botas de gala"; por así decirlo.
el Dueño sacó al objeto del baño y se tumbó en la cama. el objeto se arrodilló entre sus piernas y empezó a lamer las botas del Dueño. hasta ese momento el objeto no había pronunciado palabra y no había mirado directamente al Dueño a la cara, y siguió así.
el objeto lamió las botas que siempre le parecen eternas. su cuero es especial, muy bueno, muy oloroso y duro. para el objeto es embriagador y hace que entre inmediatamente en subspace aunque era innecesario porque ya estaba en ese estado.
-Así deberías estar siempre, arrodillado, alimentándote de la polla de tu Dueño. Eres mio, de mi propiedad y no tienes derecho a nada. Eres un objeto y me perteneces.
como en otras ocasiones el objeto ya estaba más allá. su mente había perdido cualquier referencia humana y se había entregado completamente. siguió comiendo la polla del Dueño hasta que se levantó y dijo:
-Ahora voy a atarte y así no podrás cometer ningún error, sólo obedecer.
levantó al objeto y le ató las manos a la espalda con cuerda. ató los nudos muy fuertemente hasta hacerlo doloroso. el objeto sólo hizo una mueva pero no emitió ningún sonido. entonces el Dueño lo llevó a una silla que estaba preparada al pie de la cama y lo sentó allí, atando las botas también con cuerdas.
-Así deberías estar siempre, este es tu sitio. Así no podrías equivocarte porque sólo puedes obedecer.
el objeto sólo emitía algún gemido porque aunque no estaba amordazado aún, era incapaz de hablar, e incluso de mirarlo fijamente o una mirada fugaz, al Dueño.
así estuvo el objeto un rato hasta que el Dueño lo amordazó. esta vez lo hizo con una mordaza de bola negra. la verdad es que no lo reconoció. en los últimos viajes el Dueño solo ha usado la bola roja y esta cogió al objeto por sorpresa. era cómoda porque era ligeramente más pequeña que la roja y esta en una larga tira de cuero no muy ancha, lo que permitía meterla en la boca profundamente. aún así es muy efectiva y el objeto ya estuvo atado y amordazado.
el Dueño sólo llevaba las botas altas y se acercó al objeto poniendo la derecha en la entrepierna del objeto, provocando un fuerte dolor añadido al que ya sentía por estar excitado con la jaula.
-Debería quitarte esto- dijo refiriéndose a los genitales del objeto- Es necesario que sufras, abraza el dolor para purgar tus faltas. Esto te renueva - decía mientras apretaba más y más.
las muñecas del objeto dolían, los genitales también y no podía quejarse, sólo respirar y emitir algún sonido.
el Dueño sacó fotos y videos mientras el objeto estaba en un profundo subspace sin llegar a ese estado hipnótico que solo el Dueño puede inducir.
en pocos minutos el Dueño se esaba corriendo sobre el objeto con gemidos de placer. fue un orgasmo muy largo y prolongado, casi como el tiempo que no nos veíamos. y allí estaba el objeto, atado de pies y manos, con la jaula puesta, las botas nuevas y una mordaza de bola en la boca sin poder decir ni hacer nada, reducido a un mero juguete sexual.
cuando el Dueño se recuperó desató al objeto y le quitó la mordaza. su interior no cambió porque se quedó allí sentado sin poder decir nada ni mirar al Dueño.
entonces el Dueño cogió los grilletes y se los puso al objet. esto supo que los llevaría hasta el aeropuerto, o el día en que se vaya. el efecto psicológico de los grilletes es aplastante, lo deja en un estado de sumisión permanente y constante.
aún quedaba otra sorpresa en casa del dueño, un anillo de la jaula más pequeño, el más pequeño, que había pedido hace algún tiempo. como no servían a canarias lo enviaron a casa del dueño. el objeto tendría que habérselo puesto pero, tonto de él, no trajo la llave de la jaula. se la quita tan poco, solo para lavarse y si tiene cita médica, que no pensó en coger la llave y traerla. tendrá que esperar a llegar a las palmas para probar si le sirve o si es demasiado pequeña. en ese caso siempre podrá ser usado como castigo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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