en la relación del Dueño y el objeto el material se ha convertido en un complemento, en algo secundario, en apariencia. el principal fetiche del Dueño es la posesión , el ser propietario de un objeto con forma humana. el cuero, el latex, las botas, son expresiones de esa realidad más profunda.
la sumisión, la propiedad, es una abstracción que no se ve, que no se percibe por los sentidos. la forma de observarla es mediante determinados comportamientos y algunos símbolos. lamer las botas de un Superior, por ejemplo, es un signo inequívoco de sumisión. lo mismo es llevar un collar al cuello, o una cadena. el cuero y el latex cubren esa función también. cubren al antiguo tú para mostrar al verdadero yo. su tacto, su olor, todo indica lo inferior lo que es y lo que está haciendo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
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