los seres humanos, a lo largo de la historia, se han arrodillado ante los dioses, reyes, gobernantes y poderosos. es una muestra de sumisión, de obediencia, una forma de decir: "me entrego, haz conmigo lo que quieras". es lo mismo que hacemos los inferiores cuando nos arrodillamos ante un Amo. le damos un poder que no queremos, y expresamos que los necesitamos y que nos entregamos a Ellos, reconociendo su Superioridad y su Dominio sobre nosotros.
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