las lágrimas de la castidad. así se llama a la supuración que ocurre cuando estás mucho tiempo sin correrte. para el Dueño la castidad del objeto equivale a una castración. el pene, apéndice en este caso, pierde su función activa y queda como un mero instrumento para orinar y poco más. para potenciar esta idea la castidad debe ir acompañada de entrenamiento anal, bien con un dildo o con un buttplug. la estimulación de la próstata hace que salgan esas lágrimas y, si eres afortunado, conseguirás sacarte la leche sin orgasmo. entonces el círculo se habrá cerrado y todo estará perfecto.
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