Dueño y objeto siguen coincidiendo en que está siendo un verano muy extraño y raro. ninguno de los dos parece haber descansado lo suficiente. junto a eso se han producido avances, especialmente ese lunes. hay un antes y un después. el objeto se siente cada vez más objeto, más controlado, menos humanos.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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