a veces pasan cosas curiosas al objeto. hoy de pronto ha tenido ganas de sentir el sabor de las botas del Dueño en su boca. ya le ha pasado en alguna ocasión y es intenso, muy intenso. es un acto simple, muy simple: arrodillarse y besar las botas del Dueño. siempre ocurre cuando llega a servir al Dueño, es el comienzo de todo. de hecho toda sesión debe empezar de esa forma.
cuando está arrodillado ante el Dueño, el objeto se siente profundamente inferior, en un lugar en que siempre quiere estar, su lugar en el mundo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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