cuando un inferior se entrega a un Superior no se compromete sólo a obedecerle y someterse a su voluntad. le entrega su capacidad de decisión, pero también su cuerpo. normalmente la puerta por la que se entra al bdsm es el sexo y el placer, o el dolor, pero llegado un momento se hace igual de complicado obedecer una orden que dejar que use el cuerpo del inferior. supongamos, por ejemplo, que el Dominante tiene ganas de sexo, pero el sumiso no. por supuesto la voluntad y el deseo del Amo prevalece sobre el esclavo y además el esclavo debe hacer todo lo que pueda para dar ese placer que busca el Superior. de igual modo, en el microcontrol, el Dominante controla las funciones corporales del sumiso: qué y cuándo comer, donde o cuanto dormir, ir al baño, etc.... llegar a este punto de control puede ser muy complicado, duro y difícil, porque es renunciar a cualquier control no sólo sobre tu vida sino sobre tu cuerpo. y eso sin contar la castidad, por ejemplo. el objeto no es capaz en estos momentos de descubrir que es más difícil.
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