todo se ha calmado con el Dueño. es sorprendente pero el hecho de obedecer y sólo obedecer ha hecho que el objeto se calme y tranquilice muchísimo. es como si todo tuviera sentido, mayor sentido ahora. como si todo estuviera en su sitio y no pudiera ser de otra forma. el objeto sólo tiene que esperar las órdenes, sin iniciativas y sin esperar nada a cambio.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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