el objeto sigue regular, físicamente, y eso le afecta en lo anímico también. estuvo toda la mañana trabajando. pensaba que había mejorado pero a última hora de la mañana empeoró de nuevo.
por la tarde el Dueño estuvo pendiente del objeto, preguntándole como estaba y ordenándole descansar. el objeto apenas podía pensar den estado de embotamiento en el que se encontraba.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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