volver después de un viaje para servir al Dueño es siempre duro, casi diría que traumático. volver a un estado en el que vuelve a parecer humano, en el que tiene que simular ser humano resulta muy duro para el objeto.
sin embargo habrá que seguir, que continuar y porque el Dueño así lo ordena principalmente. todo está en sus manos, y ahora más que nunca que el objeto ha sido renovado en este viaje.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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