jueves, 6 de junio de 2019

día 3430 de esclavitud, 1402 de castidad

la mañana el objeto la pasó trabajando, y fue un poco complicada, pero cuando salió supo que unas horas iba a estar a los pies del Dueño, así que se sintió feliz.
alrededor de las cuatro salió para el aeropuerto llegando con tiempo de sobra para tomar un café. luego fue a la puerta de embarque y allí recibió un mensaje por instagram preguntando donde se podían comprara sendras en las palmas. el objeto contestó y comenzó una conversación con un botero y lederón de málaga que iba a venir a las palmas. resulta que a pesar de escribir por instagram, era un lector del blog desde hacía años.
el objeto no suele contactar con lectores del blog y fue agradable la charla, además coincidiendo con el embarque para ir a servir al Dueño. fue como algo premonitorio. por supuesto le dije donde comprar las sendras y el objeto se ofreció a acompañarlo en un par de semanas que vendría a las palmas. dijo que por sus horarios sería difícil pero espera el objeto poder seguir en contacto con él.
es curioso pero el cambio de blog le ha dado al objeto nuevos ánimos para contactar con gente de este mundo, lectores y todo aquel que quiera o que viva el bdsm.
el viaje fue tranquilo y en silencio. el objeto estuvo leyendo y viendo una película. al llegar llamó al Dueño para decirle que había llegado y Éste le ordenó que fuera al burguer de la plaza de santa bárbara a cenar. cuando llegó había mucha gente y recibió el objeto otra llamada del Dueño preguntándole dónde estaba. cuando le explicó la situación le ordenó ir a su casa directamente y que cenaría allí.
recorriendo las calles el objeto se sorprendió de la gente en los bares y restaurantes. en vez de jueves por la noche parecía un viernes o un sábado. cuando llegó al portal del Dueño le envió un mensaje y el Dueño bajó. vaqueros, camisa clara y las botas, las botas de bienvenida, las de siempre, las azules y negras repujadas. eran las botas que llevaba la primera noche que nos vimos físicamente y la que ha llevado siempre que nos hemos visto cuando el objeto ha venido. verlas es saber que has llegado a casa.
subimos y nada más entrar en la habitación del Dueño se tumbó en la cama, se subió el pantalón dejando ver las botas y el objeto se "tiró" sobre ellas, acariciándolas y besándolas, sin decir una palabra. el trayecto en el ascensor fue en silencio y con la vista baja. nada más entrar en el edificio el Dueño le había puesto la cadena y cerrado el candado y cho una frase enigmática "Ya no vas a salir de aquí hasta el domingo". es enigmática porque en estos viajes el Dueño deja salir al objeto el viernes por la mañana. parece que este va a ser diferente.
mientras estaba en la cama lamiendo y restregándose con sus botas, el Dueño empezó a decirle cosas al objeto, como que ya había llegado y que ahí es donde debería estar siempre.
a continuación lo llevó al baño y trajo un vaso de coca-cola y dos sandwiches de jamón y queso.
-Come - ordenó- y luego te desnudas y te vuelves a poner las botas. cuando termines haz un ruido.
el objeto cenó allí, en el baño del Dueño sentado en una silla, en silencio absoluto, en calma, saboreando cada bocado. cuando terminó de comer se desnudó completamente salvo por las botas. el collar y la jaula eran lo único que tenía puesto además de las botas. el objeto se acercó a la puerta que estaba cerrada y tocó. a continuación dio un paso hacia atrás y se puso en posición de postración esperando al Dueño. la postración es arrodillarse y tocar con la frente el suelo delante suya. los brazos pueden estar extendidos o encogidos delante, a los lados o a la espalda. es la postura típica de adoración.
cuando el Dueño entró encontró así al objeto y se acercó hasta que esto pudo sentir sus botas a los lados. el Dueño se levantó y lo sacó al dormitorio donde lo sentó en una silla tras atarle los pies y las manos con una cuerda, pero antes lo dejó restregarse con su cuerpo y sus botas. porque el Dueño también se había desnudado y se había puesto las botas altas de cuero. sentado en la cama el Dueño permitió que el objeto se restregara con el cuero, el cuero vivo y el cuero muerto, el cuerpo del Dueño y las botas. el objeto estaba como borracho con ambos olores, era embriagador e intoxicante a la vez. por supuesto todo desapareció, salvo eso, salvo ese momento, salvo aquella circunstancia. solo estaban el Dueño y las botas.
así estuvimos un rato hasta que el Dueño decidió sentar al objeto en una silla atándole las manos y los pies. sacó algunas fotos y luego le puso la mordaza de tela. el apéndice del objeto iba a estallar apretado en la jaula. el Dueño seguía "follando" la mente del objeto que no había hablado en todo el tiempo. antes porque se sentía incapaz ante el Dueño y ahora además por la mordaza.
cuando tuvo al objeto así: atado y amordazado y dolorido por la jaula contra su apéndice, el Dueño se corrió por primera vez en el viaje. fue rápido y muy intenso y el objeto se sintió inútil no pudiendo moverse prácticamente nada. eso es lo que excita al Dueño, tener a un objeto de su propiedad, que lo sienta y sea suyo, propio. de hecho ese es el mayor fetiche del Dueño, la propiedad. es lo que más excita y siempre ha dicho que desde su adolescencia quiso tener a un objeto en forma humana y ya lo tiene, ahora y para siempre, o al menos hasta que Él desee.
el Dueño fue a lavarse y cuando regresó desató al objeto pero la noche no había terminado, ni mucho menos. de una caja de al lado de la cama sacó una cosa negra envuelta. era el saco que había llegado hace unos meses comprado por ebay. había sido muy barato y sabíamos que no era de cuero pero era el primer intento y para probar. por fuera parecía polipiel y por dentro de tela.
al extenderlo sobre la cama le sorprendió al objeto que tuviera capucha. se parecía bastante a un saco de dormir de los de acampar pero negro y simulando cuero, además de más fino. tenía una cremallera que empezaba como a la altura del ombligo y llegaba hasta la capucha. el Dueño empezó a acariciarlo con cara perversa.
abrió la cremallera y el objeto se quitó todo quedándose solo con la jaula y la cadena al cuello y se metió dentro. tenía cierta movilidad porque no era de latex de los que oprimen ni de cuero con mangas interiores. pero cuando el Dueño cerró la cremallera de nuevo la sensación fue increíble, especialmente cuando la subió hasta cubrir la capucha.
al objeto le costaba respirar un poco pero aguantó sabiendo que estaba en manos del Dueño. se movió dentro del saco para tensar sus posibilidades. la sensación fue espectacular.
pronto el Dueño bajó la cremallera dejando la cabeza fuera y empezó a poner las correas que venían con el saco. el Dueño las apretó a conciencia y cuando lo hacía el objeto notaba cómo iba entrando en subspace aún más profundo. entonces el objeto perdió un poco la noción de lo que pasaba. sólo oyó el Dueño que le decía:
-Tócate, quiero que te saques la leche.
y el objeto comenzó a hacer una simulación de masturbación hasta que, efectivamente, la leche salió dentro del saco. luego le diría el Dueño que eso le agradaba, así no tenía que ver nada tan desagradable. fue algo doloroso y asqueroso, sin quitarse la jaula y sin placer, solo como orinarse, igual.
ya era muy tarde y el Dueño dejó al objeto metido en el saco. hacía mucho calor y el objeto aguantó lo que pudo pero en un momento dado el Dueño notó al objeto inquieto y lo sacó para que pudiera dormir un poco más fresco.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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