el placer parece no tener límites. el cuerpo está hecho para disfrutar, para gozar, porque incluso en el dolor y la tortura es posible encontrar plenitud, satisfacción, placer. uno no sabe a donde puede llegar con el cuerpo hasta que lo fuerza y lo pone a prueba. ocurre con el bondage, pero con el propio sexo también, especialmente el sexo alternativo, o no normativo, el no común. elementos como la lengua, los dedos, el ano se convierten en instrumentos de placer y satisfacción. los inferiores estamos para eso precisamente, para dar satisfacción a los Superiores. así cobra sentido nuestra existencia, así tiene sentido lo que somos.
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