sábado, 4 de mayo de 2019

día 3397 de esclavitud, 1369 de castidad

algo que está ocurriendo al objeto es la pérdida de cualquier atisbo de "dignidad". la dignidad, según el diccionario, es cuando eres merecedor de algo, cuando se corresponde proporcionalmente al mérito o condición de algo o alguien. un objeto no tiene dignidad, no merece nada.
esta idea, que puede provocar el rechazo de muchos, resulta altamente liberador porque quien no merece nada, tampoco espera nada y eso es la base una vida feliz porque, como define el budismo, la frustración por el deseo no satisfecho es la base de la infelicidad.
gran parte de las relaciones que mantenemos se basan siempre en los deseos y aspiraciones que tenemos. siempre queremos más, o mejor, dicho, los humanos quieren más y ese deseo es el que los condiciona en sus relaciones e interacciones. pero ¿qué pasa si no deseas nada? pues sencillamente que nadie tiene poder sobre ti, al menos nadie que no tenga otra forma de control.
el Dueño ha tejido durante estos nueve años una red que mantiene al objeto prisionero, encerrado. El lo controla todo y esta especie de jaula es la que mantiene al objeto alejado de esa necesidad de desear. y así se produce la paradoja: el deseo de someter y obedecer al Dueño hace que sea tan libre como para no depender de nada, ni de nadie más.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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