desde hace unas semanas el objeto percibe un cambio, un gran cambio en su interior. es como si fuera bajando en la escalera de la sumisión. la distancia entre el Dueño y el objeto es cada vez mayor, más amplias, más radicales.
no ha sido previsto, ni hay un acontecimiento que lo haya desencadenado. sencillamente ocurrió. la manifestación más clara y evidente de esto es que el objeto ya no puede pronunciar palabra delante del Dueño. se queda en silencio sin poder articular palabra.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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