en las conversaciones con el Dueño parece que siempre hay una diferencia entre como ve las cosas el objeto y cómo las ve el Dueño. el objeto muchas veces comienza diciendo que "desea" pero el Dueño contesta en presente, que lo que "desea" el objeto es una realidad. ante eso el Dueño le repite al objeto constantemente que acepte su situación, su condición, su naturaleza. no tiene sentido luchar con esta, contra lo que el objeto es.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario