el objeto fue a entrenar por la tarde, a última hora. hacía algún tiempo que no iba y la verdad es que no lo llevó nada mal. pudo terminar dignamente. lo interesante pasó después. el objeto se duchó y para eso se quitó la jaula. tiene permiso del Dueño para hacerlo. cuando el objeto vio la protuberancia sin la jaula encontró que había encogido sustancialmente, hasta el punto de tener dificultades para hacerse la piel hacia atrás para limpiarse. tenía el tamaño de un pene de un niño pequeño. es cierto que nunca tiene el mismo tamaño, pero esta vez era excesivamente pequeño, soberanamente pequeño. realmente era un pene disfuncional, y el objeto pensó si esa es la intención del Dueño, su deseo, aquello que quiere para el objeto. ya es un hecho que el Dueño ha extirpado la masculinidad del objeto, ese conjunto de normas y principios que la sociedad impuso al objeto mediante la enculturación. ahora, liberada de ella, su pene es un elemento innecesario, que cumple la mera función biológica de instrumento de evacuación de los líquidos. nada más.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 11 de marzo de 2019
día 3343 de esclavitud, 1315 de castidad
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