miércoles, 20 de febrero de 2019

día 3324 de esclavitud, 1296 de castidad

hoy ha pasado algo en el trabajo y el objeto ha tenido un amago de sentirse molesto, agraviado, insultado. Inmediatamente, y gracias al entrenamiento del Dueño, el objeto recapacitó y se dio cuenta de que era el ego intentando mostrar la patita, hacerse puentes toman las riendas. esta es, tal vez, una de las lecciones más valiosos que el Dueño ha dado al objeto, el hecho de que, al ser un objeto, no puede sentirse ofendido por nada que haga un humano, ya que ellos, todos ellos, son Superiores. un insulto, una agresión incluso estaría justificado y el objeto no podría decir nada, salvo en un caso. el Dueño, a la vez que ha degradado el objeto al nivel de cosa y de propiedad, le ha ordenado que no se deje pisar por nadie, porque cada vez que pisan al objeto, lo pisan a El. ¿como conseguir el equilibrio entre estos dos polos? el objeto ha comprendido que la mayoría de los conflictos y de las rencillas no se producen porque realmente alguien quiera abusar de uno, sino porque el ego toma las riendas y la situación se convierte en una pelea de egos. la diferencia está, entonces, clara y cristalina, cuando en la situación de abuso o humillación aparece el ego, el objeto no tiene que sentirse ofendido ni molesto porque una humillación apaga al ego, lo inutiliza.. sin embargo si el ego no aparece significa que hay un Intento de abuso, de humillación gratuita, de pisar al objeto y entonces el objeto debe intervenir y no dejarse pisar. es entonces cuando el objeto debe obedecer la orden del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega

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