el objeto se estaba duchando hoy y, como medida higiénica, se había quitado la jaula para lavarse bien el apéndice. cualquiera podría pensar que era una buenísima oportunidad para aprovechar y masturbarse, por ejemplo. pero nada más lejos de la realidad. de hecho el objeto se sorprendió porque cuando se lavó el apéndice estaba tan pequeño que le costó lavárselo en profundidad. le sorprendió el tamaño que tenía. el uso de la jaula lo ha reducido hasta un punto casi ridículo. en los blogs especializados se dice que eso es normal y que, una vez se deja de usar la jaula el apéndice vuelve a tener el tamaño adecuado. sin embargo eso no es lo que desea el objeto. el objeto es pera no sólo que se mantenga así sino que siga encogiendo hasta casi desaparecer. y lo desea no porque tenga deseos propios, sino porque así lo quiere y lo ha ordenado el Dueño y sus deseos son los únicos importantes.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 18 de febrero de 2019
día 3322 de esclavitud, 1294 de castidad
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