martes, 5 de febrero de 2019

día 3309 de esclavitud, 1281 de castidad

llevar la jaula no es sólo tener algo en los genitales que impide que te corras normalmente, que te mantiene caliente sin poder desahogarte o liberarte. llevar una jaula implica que muchas cosas cambian a tu alrededor, que cosas cotidianas se vuelven extrañas. la primera cosa que cambia es tu forma de orinar. se acabó el mear de pie, a riesgo de convertir todo en un desastre y tal vez orinarte a ti mismo. podrás seguir haciéndolo en la ducha tal vez, pero poco más. parece algo simple pero se complica ir al baño en cualquier lugar público.
también cambian las pautas de higiene. llevar la jaula implica ser más cuidadoso a la hora de orinar porque es normal que se queden gotas o restos. hay que sacudirse la jaula muy bien.
algunas otras cosas se vuelven también complicadas, como llevar bañador o ropa ajustada. también los calzoncillos se vuelven obligatorios, al menos son más cómodos para llevar la jaula. ir a un vestuario se vuelve una carrera de obstáculos a menos que quieras que te vean con ella. las duchas colectivas son terreno prohibido, a menos que desees o te ordenen que tu castidad y tu sumisión se vuelvan del domino de todos. y todo eso sin olvidar que de vez en cuando el dolor hace acto de presencia, bien sea con una erección imprevista, y no deseada, o porque al hacer un movimiento los testículos se ven oprimidos.
cualquier entono de intimidad es problemático. imagina entrar en un bar y encontrar un tío que se te declara y quiere follar contigo ¿le dirías que estás enjaulado? podría encularte sin problema ¿lo harías? normalmente la jaula suele ponerla un Amo a su esclavo como forma de control, pero no siempre es así. ¿dirías que la llevas fuera por la razón que fuese?
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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