Dueño y objeto volvieron a hablar hoy de lo perdido que estaba el objeto cuando conoció al Dueño, cuando aún se creía humano. recordando esos días el objeto se siente algo estúpido. en aquel entonces creía que podría controlar la situación, que se sumergiría hasta donde quisiera, hasta donde decidiera la ignorancia del objeto solo era superada por su prepotencia. y ese orgullo fue su perdición. el Dueño tenía otros planes y los llevó a cabo. poco a poco fue conduciendo al objeto por un camino en el que iba cerrando cada puerta, como un animal al que van dirigiendo hasta su encierro, así llevó el Dueño al objeto hasta su mazmorra.
y entonces ocurrió, tampoco sabe muy bien el objeto cuando, pero ocurrió. el Dueño cerró la puerta, pasó la llave y el objeto supo que no podría abrirla. el objeto ya no puede concebir su existencia sin el Dueño y, justo a esto, el Dueño empezó a desmontar al objeto o, más acertadamente, a quitar todo lo que la educación y las distintas experiencias habrían añadido o puesto encima del objeto, ocultándolo, escondiendo su auténtica naturaleza.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 28 de enero de 2019
día 3301 de esclavitud, 1273 de castidad
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