a veces el objeto se queda sin palabras. de hecho es algo increíble cómo puede seguir escribiendo el blog porque a menudo no encuentra la forma de expresar lo que siente, incluso lo que vive. las palabras no son suficientes para comunicar lo que ocurre cuando está arrodillado delante del Dueño o cuando está amordazado, encadenado y encerrado en su celda. una imagen como la de hoy también le deja sin palabras porque en ella hay tanto poder, tanta energía, que ante unas botas así sólo cabe el silencio y la sumisión. no son las botas del Dueño, por lo que no podría ser la misma sumisión que con el Dueño, pero todo Superior merece respeto y sumisión. muchas veces ha dicho el objeto que, de no estar el Dueño, tendría un fuerte problema porque ya se siente incapaz de resistirse a un Superior, por lo que cualquiera que llevara estar botas podría ordenar cualquier cosa al objeto y esto obedecería. este sentimiento no surge de una infravaloración de lo que ha hecho el Dueño, al contrario, es una consecuencia de su entrenamiento en el que ha desmontado cualquier resistencia frente a la autoridad y la superioridad. gracias al Dueño el objeto sabe que no es nada y que no tiene derecho a nada. el objeto no tiene derecho a resistirse ante la autoridad.
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