a menudo los Superiores no nos lo ponen fácil. ¿por qué hacerlo? no hay razón para ello. lo fácil lo puede hacer cualquiera. lamer las botas es relativamente sencillo. basta con ser un poco sumiso. hacerlo con las manos atadas y un collar de postura es harina de otro costal. en el fondo es una prueba, una forma de saber si estás dispuesto a hacer lo que hay que hacer para honrar al Superior, para someterte a El. lamer las botas tiene su dimensión práctica: mantenerlas limpias, pero sobre todo tiene una dimensión más profunda: honrar al Amo y demostrar su superioridad, reconocer la propia inferioridad y la sumisión del inferior. es equivalente bdsm a, cuando antiguamente, se besaba la mano de los sacerdotes o de los reyes en señal de sumisión. obedecer no es fácil y por tanto, para un inferior, lamer las botas, tampoco debe serlo.
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