ya ha contado el objeto algunas veces que realmente lleva dos diarios, o mejor dicho un diario pero con dos partes. la primera es la auténtica, la que publica aquí, aquello que le pasa como objeto y que repercute realmente en su existencia. la otra es lo que pasa cuando se hace pasar como humano en el entorno cotidiano. en ese caso tiene que escribir nombres, lugares, fechas, actos que no deben ser públicos, por respeto a los humanos con los que el objeto trabaja. eso no significa que sea incompleto o que el diario no sea real, porque lo único real es lo que aquí relata el objeto. lo que ocurre es que aún tiene que soportar, por circunstancias, el sufrimiento de parecer humano, porque eso es efectivamente lo que pasa, es un sufrimiento.
una vez descubierta la propia naturaleza, cualquier cosa que vaya contra ella produce sufrimiento, entendido siempre como algo distinto del dolor. el Dueño infringe dolor al objeto, cuando lo castiga o sencillamente cuando lo tortura por placer, pero nunca haría sufrir al objeto. el sufrimiento viene por otro lado, cuando vives no acorde con tu propia naturaleza, como lo que eres. el sufrimiento es algo generalizado casi en nuestra sociedad. y la gente huye del dolor cuando de lo que realmente debería huir es del sufrimiento. la prueba de esto es que, los días en los que el objeto va a visitar al Dueño, esa segunda parte del diario, desaparece, está vacía. sólo está la primera porque no hay nada más que contar sino la vida del propio objeto como objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 28 de diciembre de 2018
día 3270 de esclavitud, 1242 de castidad
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