después de una mañana de trabajo intenso el objeto salió con permiso del Dueño con unos amigos a comer. al final de la comida vino la sobremesa, una sobremesa muy larga, y después una pequeña cena. el objeto lo necesitaba y bastante. habló más de la cuenta, pero se sintió bien después. habló de muchas cosas, pero sobre todo del trabajo y fue casi terapéutico porque se desahogó bastante. el habla saca el ruido. si el objeto viviera en silencio como debe vivir, tal vez no tendría que hacer este ejercicio. todo sería mucho más fácil y sencillo.
durante todo el día el objeto llevó las mismas botas, las que había ordenado el Dueño. cada día hace el Dueño, manda un mensaje diciendo qué botas debe llevar el objeto. ese acto tan sencillo y simple encierra el núcleo de la relación, una sumisión y subordinación absoluta del objeto hacia el Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 14 de diciembre de 2018
día 3256 de esclavitud, 1228 de castidad
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