el objeto no puede decir sino que está ante una bota de Amo, de Superior, y lo afirma por dos razones, por esa especie de harnés que tiene y por el repujado de las botas. en la mente del objeto unas botas de inferior deben ser lisas, sin adornos superfluos y, por supuesto, sin añadidos. incluso en las botas debe manifestarse la humillación y humildad propias de un inferior. si además es algo más bajo, tanto como un objeto, esa decoración debe ser menor aún. esta bota es agresiva, con personalidad, no solo por el repujado sino por el tacón, por el arnés, pero sobre todo por el brillo.
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