martes, 13 de noviembre de 2018

día 3225 de esclavitud, 1197 de castidad

el objeto pasó una muy mala mañana en el trabajo, al menos al final. dos compañeros de trabajo tuvieron un enfrentamiento de egos, y eso afectó al objeto que estaba algo cansado y sensible. como ocurre a menudo fue un cúmulo de cosas que se han ido sucediendo y que se acumulan, hasta llegar a un punto en que sobrepasan al objeto. sin embargo, a primera hora de la tarde, el Dueño, conociendo la situación del objeto, lo llamó. estuvo hablándole un buen rato y fue una increíble medicina para el objeto, porque su ánimo cambió, y cambió porque así lo quería el Dueño, ese era Su deseo, que el objeto se sintiera bien, se sintiera tranquilo. fue decirlo y algo cambió en el interior del objeto, como cuando vas cargando con algo muy pesado y te lo quitas de encima, no en el sentido de culpa, sino de peso físico, de ejercicio, como cuando sales del gimnasio después de un entrenamiento fuerte. así se sintió el objeto.
por situaciones como esta el objeto puede decir que el Dueño es su mejor medicina, su mejor remedio, su mejor terapia. su control no es algo negativo, ya que lo emplea para situaciones como esta. su control es terapéutico para el objeto. el hecho es que a partir de que el Dueño lo dijo, el objeto comenzó a sentirse mucho mejor. fue a entrenar y sudó muchísimo, lo cual expulsó toxinas y produjo endorfinas que le ayudaron. el día comenzó mal, la tarde fue peor, pero por la noche el objeto estaba tranquilo y animado. y eso fue obra del Dueño.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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