hay días en los que parece que todo se desmorona, especialmente en el trabajo, que todo sale mal, que todo hace aguas. la sombra del fracaso se presentaría para la mayoría de los humanos, pero el objeto no es humano. un objeto no puede fracasar porque no tiene aspiraciones. si la cosa no sale, pues no sale. nada de su integridad, prestigio, capacidad se pone en duda, porque sencillamente no tiene nada de esto. el objeto está trabajando porque el Dueño ha dado permiso para hacerlo, porque es Su deseo y son Sus órdenes. por eso el objeto tiene que dar el doscientos por cien, pero si no sale no debe frustrarse. además hay un factor que sí es el origen de todos los fracasos, el ego de los humanos. cuando entra en juego son terribles los estragos que hace, destruyendo todo a su paso. hasta el momento el objeto ha podido mantenerse al margen de él en esta circunstancia concreta y espera seguir así el mayor tiempo posible. en cualquier caso el objeto cree que sólo es una crisis, y las crisis son oportunidades de crecimiento y de mejora. ahorra lo que hará el objeto será poner la situación en manos del Dueño para que El decida.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
lunes, 12 de noviembre de 2018
día 3224 de esclavitud, 1196 de castidad
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