lunes, 5 de noviembre de 2018

día 3217 de esclavitud, 1189 de castidad

pertenecer a un Amo, a un Superior, y tener la suerte de ser entrenado por Él es como vivir una especie de navidad permanente. es cierto que la mayor parte del tiempo el inferior sencillamente espera pero en determinadas ocasiones el Amo da un regalo al esclavo. hoy ha pasado esto con el Dueño. la semana pasada el objeto tuvo que ir al sur y pasó por la tienda leather del yumbo. allí estuvo viendo varias cosas y con permiso del Dueño compró unas pinzas japonesas. hoy por la tarde Dueño y objeto estaban hablando y de pronto el Dueño ordena al objeto ponérselas. el dolor fue extremadamente intenso porque son nuevas y aprietan mucho. además casi sólo cogen los pezones con lo que la cantidad de carne que presionan es muy pequeña aumentando el dolor. el primer impulso del objeto fue quitárselas, huir del dolor, suplicar al Dueño que le dejara sacarlas. sin embargo aguantó y el dolor se fue haciendo más llevadero poco a poco. entonces el Dueño comenzó a "follar" la mente del objeto con frases, palabras y afirmaciones que lo sumieron en un profundo estado de subspace. le dijo que aceptara el dolor, que así le daba placer, que era lo que El quería. que había nacido para eso y que ahora la vida del objeto estaría llena de dolor, que no lo rechazara porque era para hacerlo más fuerte, que era por su bien. y el objeto se perdió, perdió la conciencia de ser otra cosa que un objeto. abrazó el dolor e incluso sintió el apéndice luchando contra la jaula intentando liberarse. fue la primera vez en la vida del objeto en la que el dolor le excitó. el objeto se ha cansado de decir en infinidad de ocasiones que no es masoquista. después de la experiencia de hoy cree que tendrá que replantearse esto.
en un momento dado el Dueño ordenó al objeto ponerse de rodillas y tocar con su frente el suelo dándole las gracias durante un minuto. el dolor se intensificó cuando la cadena quedó colgando durante ese tiempo. nuevamente el objeto tuvo que abrazarlo, aceptarlo, someterse al dolor... y dar las gracias al Dueño. ¿se ha convertido el objeto en masoquista? no. no es el dolor, no son las pinzas. es el Dueño. obedecerle, servirle, darle placer, eso es lo que excita al objeto, lo que da sentido a su existencia. si el Dueño ordenara que el objeto se amputara algo, lo haría, sólo para satisfacerle y obedecerle. y si a partir de ahora el Dueño desea que el dolor sea parte de la vida del objeto, el objeto se convertirá en el mayor cerdo masoca que existe. hoy lo ha comprobado. no hay nada imposible para el Dueño con respecto a su objeto.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.

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