uno de esos días en los que el objeto entra a las ocho de la mañana y sale a las ocho de la noche. además hace muchísimo calor. se comenta que a final de semana puede que lleguen los restos de una tormenta tropical y es no es más que más calor. aún así el objeto lleva las botas que ordena el Dueño y es todo un regalo y un honor porque sólo así el objeto es realmente él mismo: un objeto botero, castrado y amordazado.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
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