hay una dimensión en el bdsm que trasciende lo puramente físico, podría decirse que es espiritual. llega un momento en que la admiración del inferior por el Superior se convierte en devoción, que es un punto por encima. normalmente ocurre cuando el inferior se ha roto varias veces llevado de la mano del Superior. las sesiones se vuelven tan intensas que la única forma de pasar a través de ellas es confiando ciegamente. esa confianza se vuelve admiración y la admiración en algo más, que el objeto llama devoción, pero podría llamarlo adoración. la forma más clara y evidente de ver este sentimiento es en los ojos, en la mirada del inferior. nada es comparable a ese momento, para ambos. es un momento mágico que poco afortunados tienen la suerte de vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario