a un inferior poco deben importarle lo que piensen los demás. si te importa su opinión es el ego el que está actuando en ese caso. eso no significa que sea sencillo. la parte más difícil de todo esto es identificar tus deseos, y necesidades, de someterte, darle nombre, pero sobre todo aceptarlo. aceptar que eres un inferior y que has venido a este mundo a obedecer y someterte a los Superiores es lo más complicado de este camino. nada ayuda a hacerlo. no nos enseñan en el proceso educativo a ser conscientes de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y mucho menos de nuestros deseos. nos enseñan normas con las que no nos identificamos, comportamientos que nos producen sufrimiento, como el de elegir; o la idea de que somos dueños de nuestra propia vida. todo esto produce unas tensiones enormes en el inferior que a veces hace que no pueda superarlo y entra en una dinámica de renuncia y negación. algunos afortunados consiguen dar el paso. aceptan lo que son y se dicen a sí mismo que están para servir y obedecer. entonces se produce la liberación, irónicamente mediante la esclavitud voluntaria. a partir de ahí comienza una nueva vida.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
jueves, 27 de septiembre de 2018
día 3178 de esclavitud, 1150 de castidad
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