el camino hacia la sumisión no es recto ni constante. hay curvas, cuestas, paradas durante el camino y etapas en las que hay que correr. es un camino largo, que nunca haces realmente solo, porque es el Superior quien te lleva y guía. el objeto aún no ha aprendido a no desesperarse, pero sabe que tiene que hacerlo, que es la única forma de hacerlo. a veces quiere ir más deprisa, y a veces le asusta el acelerón que aprieta el Dueño. ambas cosas son fruto del ego porque el objeto sólo tiene que pararse y obedecer, someterse y dejar que el Dueño lleve las riendas. en el fondo su papel es el más fácil, relativamente, porque sólo obedece pero la dificultad del inferior estriba ahí precisamente, en que sólo tiene que obedecer, cuando en toda su vida le han dicho una y otra vez que decida. es un camino largo, pero merece la pena recorrerlo.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega
miércoles, 26 de septiembre de 2018
día 3177 de esclavitud, 1149 de castidad
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