la sumisión es algo físico, de hecho es lo primero que se somete, el cuerpo, pero no sólo, o no mayormente. llega un momento en que la sumisión es psicológica, y especialmente psicológica.
en el caso del objeto, la voluntad del Dueño se ha incrustado en la mente del objeto, controlándola siempre. por tanto no hay mayor control que ese, permanente y constante. no hay forma de escapar de ahí, de huir. cuando la dominación es psicológica, y en este caso lo es, el control se hace a distancia y el Dueño parece sustituir a la propia conciencia.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario