el objeto sabe que está haciendo un paripé, una pantomima, cuando en el trabajo, por ejemplo, tiene que asumir un papel que no siente, que de hecho aborrece y no le gusta, pero que es necesario. para realizar el trabajo tiene esto que hacerlo de una manera determinada y es el Dueño el que le ha ordenado trabajar, y hacerlo de la mejor forma posible, así que el objeto, para obedecer, debe disimular. esto causa mucha tensión al objeto pero es otro de los ejemplos de como, para conseguir un bien hay que hacer algo que no te gusta, con lo que no te sientes cómodo. pero prácticamente toda la vida es así. nunca se puede hacer siempre lo que quieres, hay que adaptarse y aceptar y hacer cosas que no te gustan o te desagradan para conseguir aquello que te hace feliz. el trabajo es un claro ejemplo de esto. poca gente trabaja en lo que le gusta. el objeto tiene la suerte de que si, de que trabaja en aquello para lo que se preparó y se siente vocacionado, tal vez no en el lugar que le gustaría, de ahí esas actitudes y comportamientos que tiene que asumir, pero esto es temporal. lo importante para el objeto es que sea como sea, está obedeciendo al Dueño. eso es lo único importante, y por eso merece la pena cualquier cosa.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
viernes, 7 de septiembre de 2018
día 3158 de esclavitud, 1130 de castidad
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