esto no puede escapar al influjo de las botas, de su atracción, y eso que no siempre fueron su principal fetiche. ahora casi puede decir que si lo son pero es obra del Dueño. Él lo llevó hasta este punto, hasta necesitarlas y desearlas, de no poder dejar de verlas. las de hoy no son las preferidas del Dueño, que son las sendra. pero son botas y botas especiales, de cuero negras, de motero. son botas bdsm.
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