después de dos meses usándola, el objeto ya puede hablar de la nueva jaula. la nueva jaula es muy pequeña, más que el apéndice del objeto, lo cual crea mucho problemas porque aprieta bastante y cuando el objeto tiene una erección, cosa que pasa cada vez menos a menudo, es muy doloroso. además eso mismo hace que orinar sea un problema aún mayor. la orina sale descontrolada y en todas direcciones. cuando el objeto cree que ha terminado se levanta y siempre quedan restos que, si no tiene el objeto cuidado, acaban manchando el pantalón.
todo esto ha hecho que la castidad vuelve a ocupar el primer plano porque la anterior jaula ya se había convertido en algo cotidiano e integrado. el objeto se olvidaba a veces que la llevaba y con la nueva no ocurre. es una presencia constante y permanente.
la nueva jaula requiere mayores cuidados de higiene y ser más cuidadoso con determinadas cosas como ir al baño. en resumidas cuentas es más pequeña, más restrictiva, más dura y que produce más sumisión. es una herramienta más efectiva para controlar la castidad y desde luego no es para principiantes.
sumisión en silencio, castidad y obediencia ciega.
miércoles, 15 de agosto de 2018
día 3135 de esclavitud, 1107 de castidad
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