siempre ha sorprendido y extrañado al objeto el tema de los guantes de cuero. es cierto que resultan excitantes, especialmente porque un guante es una nueva frontera, un elemento más interpuesto entre el Superior y el inferior. el contacto físico es cercanía, valoración, aprecio. un inferior no merece eso. por supuesto si el Dominante desea hacerlo, está en su derecho, pero si no es así, un guante es la mejor protección. en una sesión, el acto de ponérselos ya marca una distancia, una diferencia. el Superior está diciendo "no eres digno de que te toque con mis manos", y el inferior cae aún más en la escala existencial, baja un nivel. además con los guantes no se deja huella, no se deja rastro. es otra forma de decir que uno está por encima del otro. son una prenda peculiar, porque tanto protegen del frio como de cualquier contaminación que se pueda producir. en el mundo bdsm todo se centra en la jerarquía, en los distintos punto y lugares, en las diferentes escalas de poder y control. en este contexto los guantes pueden jugar un papel muy importante.
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