los Superiores tienen una estética, cuero y botas, pero no cualquier cuero ni cualquier botas, sino las de un Superior. el cuero impoluto, brillante, y las botas de serpiente no dejan lugar a dudas, pero es su actitud de autoridad, de seguridad, incluso de prepotencia, la que lo hace Superior. ante Él sólo queda la obediencia incuestionable, indudable, absoluta.
el inferior se encoge, se reduce, cae a ras de suelo y no puede sino mirar desde abajo algo tan insigne y elevado. ya no hay exigencias, ni palabras de tú a tú. ante El sólo se puede suplicar, humillarse, someterse. está por encima, es casi un dios.
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