Dominación y Sumisión son dos palabras muy fuertes, que mezcladas con el concepto de "sexo duro", definen al bdsm. a nadie se le escapa que eso implica el ejercicio de la violencia, a veces de manera intensa y a veces de manera menos intensa. nadie puede negar que el empleo de esa violencia es necesaria para el entrenamiento de cualquier inferior ya que es la mejor forma de vencer las resistencias. sin embargo nos olvidamos que, en ocasiones, el control debe ser más sutil, más delicado, casi imperceptible. eso es lo que diferencia a un Amo de un abusador, la gradación y el uso de la violencia. domar y romper a un inferior es un arte que no todos dominan. a veces hay que tirar de la cuerda y a veces acariciarla para evitar que se rompa. da igual lo grande que sea el inferior, o lo fuerte que parezca. cuando se entra en terrenos tan íntimos como el bdsm, la obediencia, la sumisión y la entrega, hay que ir con pies de plomo. por eso la imagen de hoy, en la que el Dominante parece caricias los hombros del inferior. no le obliga, sino que al contrario parece que se apoya en él, pero el hecho es que éste está de rodillas y el Amo está por encima suya. eso muestra su control y su maestría a la hora de dominar.
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