la elegancia no está reñida con el fetichismo. es cierto que no es muy común ir, por ejemplo, a la ópera todo encuerado, aunque hace poco vimos un arnés lederón en una entrega de los oscars. de igual forma, las botas son un calzado cada vez más común, incluso llevando traje, aunque especialmente con vaqueros. el objeto ha comprobado que puede llevarlas a acontecimientos que son de "cierto nivel", en sentido de tener normas de etiqueta. todo consiste en saber elegir, en poder combinar, pero sobre todo en estar cómodo con lo que llevas. tu ropa es tu presentación en sociedad, lo primero que se ve y con ella estás diciendo mucho.
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