una imagen clásica, tal vez de los 70 u 80. para muchos es difícil imaginar lo complicado que era acceder al mundo bdsm desde cualquier lugar del mundo que no tuviera una comunidad. si no vivías en una gran ciudad como san francisco, nueva york o berlín, se hacía casi imposible poder dejarte llevar por tus instintos. el aislamiento es lo peor que puede haber porque sientes que eres la única persona que tiene esas tendencias. no comprendes como te puede gustar que te aten, te azoten o te ordenen cosas. antes muchas y muchos vivieron su sumisión, y su Dominación, en soledad sin poder contactar con nadie. ahora con internet eso ha cambiado y podemos formar una comunidad virtual, sin importarnos el espacio. y por eso merecen todo nuestro respeto aquellos que consiguieron vivir esta vida a pesar de todo. a ellos les costaba más. tenían que entrar en la comunidad, hacerse de merecer, demostrar sus intenciones. eso purificaba un poco a los practicantes. sólo aquellos que eran dignos podían llevar el cuero. ahora basta con rellenar un cuestionario en una página de contactos bdsm de las muchas que hay. eso edulcora un poco el tema, pero es el precio que hay que pagar por estar conectados. tampoco importa mucho. al final el propio tiempo depura y sigue estando presente el tema del prestigio. al final volvemos siempre a lo mismo: a vivir con honor y responsabilidad.
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